vii
El avoráculo
vii
El regalo
Este año te ha tocado comprar el regalo a tu prima Martina, que tiene 12 años. No tienes muy claro si sería más adecuado el libro de aventuras de moda o un estuche de maquillaje. Te decides por lo primero. Al fin y al cabo, cuando tú tenías su edad te encantaba Harry Potter.
Vas mal de tiempo, pero no mal como otros años, mal de verdad, mal nivel salir a comprar el día 5 a las 7 de la tarde. ¡Muy buena idea!
Empieza la gymkana: esquivas a unos niños cantando villancicos con esas vocecitas agudas tan irritantes, sorteas como puedes a Pepe y Manolo, que se han reencontrado después de varios años en la puerta de la tienda y se están dando palmadas viriles en la espalda el uno al otro, preguntas a una dependienta desganada que mastica chicle con la boca abierta y te enfrentas en un duelo a muerte con una señora por conseguir el último ejemplar de la estantería.
¡Misión cumplida!
A la mañana siguiente, cuando lo abre, tu prima te mira y te mira y dice:
Bro, esto es muy random y da cringe.
Por su cara de seta deduces que deberías haber elegido el estuche de maquillaje, pero no lo tienes del todo claro porque no has entendido nada de lo que ha dicho. Sientes que tienes 257 años y deberías estar en un museo.
¡Felices Reyes!
Este año te ha tocado comprar el regalo a tu prima Martina, que tiene 12 años. No tienes muy claro si sería más adecuado el libro de aventuras de moda o un estuche de maquillaje. Te decides por lo primero. Al fin y al cabo, cuando tú tenías su edad te encantaba Harry Potter.
Vas mal de tiempo, pero no mal como otros años, mal de verdad, mal nivel salir a comprar el día 5 a las 7 de la tarde. ¡Muy buena idea!
Empieza la gymkana: esquivas a unos niños cantando villancicos con esas vocecitas agudas tan irritantes, sorteas como puedes a Pepe y Manolo, que se han reencontrado después de varios años en la puerta de la tienda y se están dando palmadas viriles en la espalda el uno al otro, preguntas a una dependienta desganada que mastica chicle con la boca abierta y te enfrentas en un duelo a muerte con una señora por conseguir el último ejemplar de la estantería.
¡Misión cumplida!
A la mañana siguiente, cuando lo abre, tu prima te mira y te mira y dice:
Bro, esto es muy random y da cringe.
Por su cara de seta deduces que deberías haber elegido el estuche de maquillaje, pero no lo tienes del todo claro porque no has entendido nada de lo que ha dicho. Sientes que tienes 257 años y deberías estar en un museo.
¡Felices Reyes!